Luz
Y casi me ciega el tiempo detenido,
la luz penetrando en la entraña,
removiendo,
los brazos temblorosos,
la garganta anegada.
Y casi me ciega el llanto
ante el pasado incólume
luminoso ante mí,
ante este sinsentido de sombras,
figuras proyectadas en el alma,
el tiempo y la distancia.
Casi nubla los ojos la plenitud del día
la sensación de vida
el pecho henchido de aire
contaminado y turbio.
Casi me ciega el tiempo detenido,
y con él detenido el latido en la impotencia,
sentimiento vacío, proyectado
en el tiempo y la distancia.Ruth, abril 2009
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